martes, 18 de noviembre de 2008

Misticismo multimedia a precio de saldo!


foto: internet.
Hoy no voy a hablar de ir a la playa, ya que no he ido desde el domingo.
Pero bueno, ayer tomé un cafelito con Big G que me prestó mucho y llegamos a puntos muy próximos y concretos sobre el tema este del surf.
Veamos como me explico. Desde que tenía 10 años he practicado artes marciales y no por andar a hostias por ahí...Era por ese.."algo más" por lo que seguí hasta los 21 y luego me pasé al Kung Fu...no por que pegara más o menos. De hecho, pegar es lo de menos. O así lo entiendo yo. En Santiago di con un maestro de Kungfu que pasaba más tiempo enseñándonos esa parte espiritual que entrenándonos deportivamente. No íbamos muchos al gimnasio, pero los que íbamos estabamos completamente involucrados. Para mi, Manchi fué como debe ser un maestro de los de verdad. En resumen, las artes marciales sin misticismo son violencia o deporte. Sin entrenamiento físico, sólo filosofía o religión. En ambos casos no tenemos artes marciales, sinó otra cosa. Si queremos artes marciales necesitamos las dos partes unidas.

Respecto al surf creo que pasa un poco igual (en especial con el longboard, el "retro", soulsurfing y un sinfin de etiquetas más...), podremos encontrarnos con tres tipos diferentes de surfers segun esta teoría mia:
-1 El deportista: No se preocupa del misticismo del tema. Para él, el agua es como una cancha de tenis o un campo de fútbol. Entra, practica e intenta mejorar. Al salir, según se ducha, se quita de encima el surf. Se acabó. Me da que no hay muchos.
-2 El Místico (véase Bear en el Gran Miércoles). No hace surf, o lo hace pocas veces, pero se centra principalmente en su caracter filosófico más que en la faceta deportiva.
-3 El surfer normal y corriente: Este es el tipo que me encuentro más a menudo. El surf tiene un componente deportivo importante que precisa de mayor o menor preparación, pero tiene tambien un componente espiritual importante. Hay dias más místicos y dias que no lo son tanto.
Realmente, además de muchas otras cosas, el surf puede aportar un simbolismo impresionante. Tod@s hemos oído hablar de: Me mola el estar sentado allá viendo como rompe, aunque no pille ninguna. Me siento en comunión con la naturaleza (verídico, ¿o no?). Si no hago surf durante un tiempo parece que me falta la vida (o el contrario: El surf me da vida, parece que me carga) y muchas otras frases como estas...

Algun dato anecdótico que puede ayudar: en el cristianismo primigénio, los bautizos se hacían al amanecer entrando en un lugar lleno de agua (una piscina, un rio) orientados hacia el Este. Se buscaba el momento preciso (cuando aún era de noche) y se introducía al nuevo cristiano (un adulto, apadrinado por un cristiano) en el agua en pelota viva. Se sumergía y al salir se le ungía con los óleos para bendecirlo. Además de eso, contando que el sol sale por el Este, vemos que la simbología oculta de todo este proceso (recordado muy vagamente por el ritual moderno) es lo realmente importante. Debes desprenderte de todo para limpiar tu vida, te purificas, viniendo desde las tinieblas y surges a tu "nueva vida" como Cristiano. Los óleos te dan calor, además de que lo secarían, vamos...y, por supuesto, ver salir el sol de frente trae también un simbolismo muy fuerte. El nuevo creyente salía flipado perdido completamente convencido.
Aún en nuestra vida normal y corriente, algo tan normal como es echarse a pillar olas presenta un simbolismo casi equiparable a este de los primeros cristianos. Una preparación interior para ese cambio de medio, el calentamiento antes de entrar, mojar los pies o la nuca, el quitarnos los zapatos y la ropa para practicarlo (es casi como decir que nos convertimos en otra persona) incluso si buscamos en plan flipado, hasta la ceremonia de la parafina podría tener un significado simbólico.
Lo que quiero decir con este rollo patatero es que el ser humano se desenvuelve en un entorno que le dice cosas, le proporciona información, aún sin tener ni idea de para que le puede valer esa información. Somos seres humanos. Todos. Algunos le daremos importancia a aquello que sentimos y otros no. El misticismo en el surf puede ser asumido o no en mayor o menor medida, pero que existe para todos, eso fijo.
Yo, por lo menos, el dia que no se lo vea, lo dejo. Aunque sea tambien para mí una manera muy divertida de pasar el tiempo y hacer deporte. Hoy por hoy, mi preferída. Mañana, ya veremos...

P.D. El surf es diferente a todos los deportes. ¿Cuánta gente que juegue al tenis conoces que vaya a mirar la cancha aún sabiendo que no va a jugar? (esta es una frase de Step into Liquid que me moló un huevo...

Por cierto, Felicidades Tony!

Un saúdo y aloha.

5 comentarios:

Fredo dijo...

Tienes mucha razón y aunque yo me identifico con el longer corriente ese de la preparación fisica minima necesaria con dosis de mistica y espiritualidad la verdad es que es dificil de mantener esta ultima cuando entras uno de esos dias que no haces más que comer y visitar el interior del tambor de la lavadora. Un saludo.

jahgo dijo...

Una reflexión muy bonita, que comparto plenamente. Lo hago por que me divierte, me mantiene en forma y por que hay algo en esa masa de agua tan grande que me vuelve loco, aunque tengamos días como los que comenta fredoviedo, y no me considero muy místico.
Un saludo!!!!

O Breogán de Gáidil dijo...

Supongo que esto que cuentas ocurre en actividades individuales donde todas las partes se involucran de igual manera. Así, por ejemplo, es tontería ir al gimnasio a mirar lo bonitas que son las mancuernas. La mancuerna no aporta nada, salvo una dificultad añadida voluntariamente.
En el caso del surf veo que no, que hay tres cosas principales: el ser humano, la tabla y el elemento. Con elemento englobo a toda esa miríada de cosas que serían el mar, el viento, las rompientes, la arena, el calamar flotando...
La mancuerna se está quieta, y siempre lo estará. No falla nunca porque no tiene ocasión de fallar. Pero el mar puede fallar, o la tabla, o tú mismo. O entre todos tener un Gran Miércoles...

Supongo que esa sensación podrá ser compartida por ciclistas o patinadores, gente que practica actividades donde nunca sabes lo que te puedes encontrar y que te ponen en una competición pacífica contigo mismo tal, que cualquier otra cosa no podría.

Jorge dijo...

En dos palabras: I M P R E S I O - N A N T E. El personal va a pensar que el café llevaba peyote de aditivo, y que lo acompañamos con unos buenos chinos afganos.

Lo cierto es que la conversación, inspiradora en cierta medida del artículo, versó principalmente sobre las distintas perspectivas y sensaciones respecto del surf en un espectro amplio. Y además, como se trata de algo personal, y por ello subjetivo, no hay por donde agarrarlo.

Está claro que cada uno tiene su visión, sus impresiones y sus sensaciones, y eso no se lo va a cambiar nadie. Lo bonito es comparar notas con la peña, que se puede hacer durante horas y horas.

Yo sé de sobras lo que siento en el mar, sea nadando, surfeando o pescando en una chalana. Amo esa maldita inmensidad azul. Llevaba 15 años sin pillar una ola con algún elemente que no fuera mi propio cuerpo. Ahora, 15 años más viejo, muchos kilos más gordo y con mucho menos pelo, sólo con entrar en el agua lo flipo. Estoy con mis colegas haciendo lo que mi incompetencia permite, sin tener ni puta idea de nada (cuando Nacho me habla del rocker, yo pienso en un tipo con patillones y tupé y zapatos de gamuza azul), y sintiéndome de nuevo como si tuviera 15 años, sólo que ahora soy un gordo medio calvo que malsurfea (homenaje a Xabre, of course xD), y nunca mejor lo pasé.

Disfrute, placer, intensidad, dolor, ¿éxtasis? Demasié pal body, neno.

Jorge dijo...

Por cierto, creo que lo que pasa es que más que mono tenemos a King Kong. Más nos vale ir a la playa lo antes posible.