Morning of the Earth...

Así me imagino yo el primer dia del mundo, el primer amanecer...(la foto no es mia, que más quisiera, está sacada de internet)

Así me sentí yo esta mañana. Como si me encontrase en el amanecer de los tiempos y fuera el único ser humano del universo. Un baño de una hora y cuarto con derechas cerronas de algo menos de medio metro a medio metrón cerrojero total. Allí estaba yo, con mi viejo amigo "Blue Max" remando para aquí y para allá, buscando las olas y sufriendo el viento de tierra que llevaba las gotas de las olitas contra la cara y me obligaba a remar la mitad de las veces con los ojos cerrados. La primera media hora fue muy dura, ya que no caía más que un palmo y rompía en la orilla orilla. Luego, al ir subiendo un poco la marea esa misma ola empezó coger más agua, crecer y romper con el agua por la cintura más o menos. Pero aunque venteó, llovió, e incluso se acercó un barco por allí (yo creo que venía a ver si me pasaba algo, estando el tiempo como estaba), me sentí como pocas veces me siento. Dice la filosofía Zen que para llenar algo primero hay que vaciarse por completo. Pues hoy tocó sesión de vaciado. Relajación, control, respiración. Nada más importaba. Ni el tamaño de las olas ni la lluvia ni la falta de parafina (benditos escarpines). El frío viento del Norte o la fuerza del Swell Noroeste. Eramos dos. El mar y yo. Y no quiero ponerme tántrico pero hubo momentos en los que estaba solo el. Solo el mar.
Y yo que dudaba en echarme o no echarme.
Gracias Noroeste. Hoy me has hecho muy feliz.
Un saúdo e Aloha!